Miramos el cielo a la misma
vez y me pregunto si estaremos sintiendo lo mismo en este momento. Yo siento
ganas de cogerle de la mano y quiero que él lo sienta también. Puede que tan
sólo sea una niña tonta imaginando que no existen casualidades y que él esté
aquí a mi lado es porque así debe ser.
¾ ¿Puedo decirte una cosa?
–dijo él, sin dejar de contemplar las estrellas.
¾ Sí… -musitó ella, intentando
controlar sus nervios.
¾ Me preguntaba si no es muy
brusco por mi parte cogerte de la mano. Siento que debo hacerlo y me dije a mí
mismo hace tiempo que no volvería a dejar lugar a la cobardía. Supongo que no
tendría que haberte pedido permiso, me siento como un niño tonto imaginando que
no es casualidad que esté en este lugar, contigo, y creo en el destino y que
así debe ser.
En efecto, sentían lo mismo.
Él hizo desaparecer de su
vida a la cobardía que se escondió para siempre en alguna parte.
Entre las estrellas.
Y sólo de esa manera pudo
tener a la chica de sus sueños.
Por eso, nunca dejes escapar
a las personas con las que sientes algo muy fuerte.
No te controles y no dejes
que tus pensamientos te limiten.
Puede que esa persona esté
deseando que te lances.
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