La habilidad de soñar

Para soñar, hay que atreverse a abrir la puerta.

Todos tenemos un sueño. Uno que nos mantiene en un insomnio de miedos, dudas y en los que creemos no ser capaces de llevarlo a cabo y conseguirlo.
Sueños que están detrás de una puerta, cuyo picaporte está al rojo vivo (eso creemos, a veces, o queremos creer). No queremos tocarlo por miedo a quemarnos, pero deseamos vivir ese sueño porque somos conscientes de que perteneciéndonos nos hará enormemente felices. Pero nos mentalizamos de que no seremos capaces de reunir las fuerzas necesarias para amarrarlo, soportar el quemazón y después, disfrutarlo.
Pero es que para soñar, hay que atreverse a abrir la puerta.

Ya lo dijo alguien en algún rincón de la Toscana: el coraje es el intento.

Así que agarra firmemente el picaporte y abre la puerta que te conduzca a tus sueños y hazlos realidad, porque los sueños no son sólo sueños si de verdad deseas hacerlos realidad.