Me miraste y descuidaste tus
ojos.
No te diste cuenta que por
un segundo conectamos miradas y te sonrojaste.
No me jures que no lo
hiciste, no me engañes, no te engañes.
Sabes que aquel momento fue
causante, con efecto.
Si prefieres girarte y
marcharte,
a caminar hacia mí y
quererme, hazlo.
Tienes la decisión en tus
pasos.
|
No hay comentarios:
Publicar un comentario