No todos son iguales

Sonrío.
Me haces sonrojar.
Me besas.
Acaricias mi mejilla.
Me susurras lo preciosa que me ves.
Vuelvo a sonrojarme.
Duermo con una sonrisa.
Me levanto feliz.
Te recuerdo.
Quiero verte.
Decido darte una sorpresa.
Supongo que sé dónde encontrarte.
Necesito un poco de ti.
¿Me he vuelto adicta?
Te veo.
Estás más guapo que ayer.
Sonrío, como una idiota.
Estoy muy nerviosa.
Pero quiero estar cerca de ti.
Estás con alguien más.
No sé quién es.
Veo que se voltea una falda.
Me paro.
Extrañada.
No, no creo que sea lo que imagino.
Continúo andando.
Pero vuelvo a detenerme.
La has hecho reír.
La has besado.
Se está sonrojando.
Le acaricias la mejilla.
Igual que a mí.
Me duele el pecho.
Justo en el corazón.
Siento arder por dentro.
Me giro.
No, no me puedo ir.
Le odio.
Me doy la vuelta.
Camino hacia él.
Le llamo.
Se gira sorprendido.
Me dice que no es lo que parece.
La chica se ríe.
Me siento ofendida.
Humillada.
Decepcionada.
Él se acerca a mí.
Quiere tocarme.
Y me despierto.

Debo dejar de pensar que volverán a romperme el corazón.
No todos son iguales.